Juan Luis Serrano Barroso |
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Sevilla 18 Feb 06. |
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Parte Quirúrgico: Se interviene el paciente ante la posibilidad de encontrar una cornada cerrada que ha producido un hematoma a tensión muy doloroso. Dicho cuadro hace físicamente imposible la exploración de la lesión por dos motivos; 1º porque la inflamación impide la introducción digital en el hiato de la lesión por asta de toro e impide la confirmación de la misma existencia de la cavidad. 2º el dolor por otro lado impide el simple roce de la zona. Sin embargo estos mismos datos nos inducen a pensar en una cavidad con contenido a tensión. Se podría encontrar: una hernia muscular, pero no con esa presión interna; contenido sinovial, pero no está cerca de articulaciones; contenido purulento, pero no hay cortejo sintomático ni puerta de entrada, a pesar de la absoluta impotencia funcional del miembro; por esto nos decantamos por el hematoma a tensión. Intervención bajo anestesia general Se incinde la piel y el subcutáneo y aparece en el campo operatorio un material negro rutilante, espeso con apariencia de grumos, untuoso al tacto que no es otra cosa que el hematoma en vías de organización. No se encuentran trayectorias sino afectación muscular y aponeurótica y cavidad única de aproximadamente 12 cm. de diámetro parte de cuyo contenido por gravedad ha difundido distalmente. Este detalle nos indica la verdadera lesión. Cornada envainada o cerrada. Además si revisamos las imágenes vemos el sello del pitón con el halo incoloro que normalmente lo rodea y alrededor de todo, el hematoma gravitacional que surge con el paso de las horas, al tiempo que empeora la sintomatología. Todo lo cual es característico de estas lesiones cerradas. Evidentemente en este caso nos falta la confirmación cavitaria, por la tensión del contenido. Evacuación de gran cantidad de hematoma. Ligadura cuidadosa de vaso sangrante, restauración de plano muscular, lavado abundante con suero fisiológico y H2O2. Colocación de drenaje ancho de penrrose por abertura y cierre de piel con puntos de seda espaciados. Al alta el paciente regresa a su domicilio en Huelva con instrucciones de tratamiento y curas. Revisión el 22 de febrero de 2006 El Torero se interviene en una Clínica Sevillana. |
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